En la fase postparto ya no te incomoda el volumen de tu tripa, sin embargo, aparecen otras incomodidades causadas por el parto e incluso, debido a que todos los cambios que tu cuerpo sufrió en embarazo siguen presentes.
Una vez superado el momento del parto entras en una nueva etapa llamada puerperio. Esta fase inicia al final del parto hasta aproximadamente 6-7 semanas después (lo que se llama «cuarentena»). Se trata de semanas en las cuales debes descansar y recuperarte de posibles lesiones causadas en el momento del parto tales como cesaría, instrumentos, desgarres, etc.… cualquier intervención.
Tras pasar el tiempo de cuarentena iniciará tu fase posparto que deberá enfocarse a recuperar paulatinamente la funcionalidad de estructuras básicas de tu cuerpo. Básicamente deberás rehabilitar en primer lugar aquellas estructuras que se implicaron en el embarazo y en el momento del parto para después poder retomar cualquier actividad física deseada sin complicaciones.
Toda mujer debe seguir este proceso ya que hayas tenido o no un embarazo y parto fisiológico y sin complicaciones, realmente tu cuerpo vivencia grandes cambios, que deben desaparecer poco a poco y ser tratados para evitar futuras patologías que disminuirán tu calidad de vida.
Los cambios en tu cuerpo irán sucediendo paulatinamente y podrán seguir presentes hasta el año. Todo dependerá de varios factores que influirán en el proceso de cambio acelerándolo o no. Por nombrarte algunos de ellos la realización del ejercicio físico durante el embarazo influye, pero incluso si lactas o no.
Debes saber que en el caso de que no amamantes, recuperaras tu función ovulatoria, la menstruación y recuperaras mucho más rápido que si amamantas. Si tu decisión es amamantar, las hormonas específicas del embarazo desaparecerán apenas des a luz y el tamaño de tu pecho seguirá aumentando. La presencia de ciertas hormonas que permitirá nutrir a tu bebé influirá sobre tu recuperación realizándola más lenta.
A continuación, encontrarás los cambios generales que sufrirá tu cuerpo con el fin de volver a su normalidad. Con estos breves detalles podrás entender mejor el proceso que vivenciarás. ¿Está preparada? ¡Vamos a por ello!
En lo que respecta a los cambios genitales, el útero tras el parto reducirá su tamaño progresivamente.
El endometrio ira regenerándose lentamente acompañado de la expulsión de la decidua producida por loquios, perdidas procedentes de la cavidad uterina. Al inicio dichos loquios serán rojos, e irán aclarándose hasta desaparecer una vez cicatrizado y renovado el endometrio.
Diversas estructuras del suelo pélvico se ven afectadas, siendo estas: la musculatura del periné, la esfera abdominal al completo, la diástasis abdominal, el diafragma y la postura, tanto en estático como en diferentes movimientos y gestos cotidianos.
La vulva, vagina y cuello del útero recuperaran su condición inicial.
El cuello del útero dejara su aspecto puntiforme para mostrar un aspecto rasgado.
La vagina disminuirá de tamaño y recuperará sus pliegues.
El aparato urinario aumentará la diuresis y la dilatación de las vías urinarias desaparecerá.
Tu gasto cardiaco se mantendrá alto y la tensión arterial se mantendrá baja.
El tracto gastrointestinal recuperara la motilidad previa a la gestación y la posición de las vísceras alteradas por el crecimiento del útero, ira progresivamente retornando a su posición original.
Los volúmenes alterados del sistema respiratorio volverán a la normalidad a medida que la caja torácica recobre la posición previa al embarazo. Estos cambios influirán en la normalización del equilibrio acido-base a niveles previos del embarazo.
El metabolismo de la mujer volverá a la normalidad, pero la coagulación materna continuará alterada, provocando en aquellas mujeres que no tienen movilidad un riesgo de tromboembolismo.
A nivel anatómico, tu cuerpo seguirá sufriendo un aumento de la lordosis cervical y lumbar. Tu centro de gravedad seguirá desplazado hacia delante y tu cadera se encontrará en anteversión. Respecto a tu diástasis abdominal seguirá presente y debido al desajuste hormonal tus articulaciones serán bastante laxas.
Tus desajustes hormonales seguirán causando desequilibrios y variaciones como dijo Kittzinger (1996), un “Río de Emociones Conflictivas”.
A lo largo de estas dos etapas: Embarazo | Posparto la mujer no es consciente de todos estos cambios en su cuerpo. No tenerlos en cuenta o pasar por alto la importancia que tiene prevenir y/o tratar una adecuada recuperación pueden provocar lesiones patológicas a corto y largo plazo.
La presencia de diástasis de rectos es normal en toda mujer embarazada. Tras dar a luz esta diástasis fisiológica seguirá presente disminuyendo ese espacio entre rectos de forma progresiva.
Puede darse el caso, que dicha separación sea excesiva convirtiéndose en patológica. En estos casos hablaríamos de valores superiores a 4 cm donde será fundamental un entrenamiento especifico (tratamiento) o incluso la cirugía.
El tránsito del feto por el estrecho inferior puede producir lesiones en el periné debido a la sobre distensión de los tejidos o la necesidad de acortar el periodo del expulsivo del parto mediante una episiotomía. Estas lesiones provocan disfunciones en el plano superficial del suelo pélvico, acarreando otras patologías consecuentes.
La estructura pélvica de la mujer sufre mucho durante el periodo de embarazo y durante el momento del parto. Ese aumento de peso al que se ve sometida por el embarazo, así como el esfuerzo sometido durante el periodo del expulsivo, pujos e incluso, el tipo de parto con o sin la utilización de instrumentos afectan a toda esa musculatura.
El conjunto de factores tanto el debilitamiento muscular como posibles patologías afectaran causando incontinencias urinarias, fecales, pero incluso causando prolapsos genitales.
La estructura anatómica de una mujer embarazada requiere de tiempo para adaptarse y establecer aquella necesaria para mantener el equilibrio. Tras obtenerla y pasar varios meses en la misma postura, el cuerpo fortalece dicha postura entendiéndola como correcta. Sin embargo, tras dar a luz, dicha postura corporal no suele readaptarse por sí sola. Tendemos a fortalecerla, así como sobrecargarla debido a la necesidad de coger al bebé en brazos y darle el pecho. Mantener esas malas posturas a largo tiempo provocarán futuras lesiones sobre todo a nivel de tu columna vertebral pero incluso en otras estructuras de tu cuerpo.
Durante el embarazo la gran mayoría de las mujeres aumentan de peso. Sin embargo, cuando llega la fase posparto muchas no consiguen perder esos kilitos de más o por el contrario aumentan de peso. No controlar el peso corporal puede desarrollarse en sobrepeso/obesidad, e incluso transformarse inconscientemente en diabetes tipo II.
En la fase postparto a parte de los mencionados anteriormente pueden surgir otras complicaciones que disminuirán tu calidad de vida quedando incluso de por vida.
– Inflamaciones o infecciones: concretamente suelen darse inflamaciones en el interior del útero, infección del tracto urinario e incluso inflamación mamaria.
-Pueden aparecer anemias visibles mediante la fatiga, irritabilidad y apatía.
-Problemas en la funcionalidad tiroidea y sexual pudiendo ser permanentes si no se tratan adecuadamente.
-Problemas digestivos
-Problemas estéticos
Como puedes observar tu cuerpo aún no está del todo recuperado. Aun tienes mucho que trabajar antes de poder volver a la normalidad absoluta. Sobre todo, debes respetar el tiempo de descanso (cuarentena) que necesitas según el tipo de parto que has vivenciado, así como si existen patologías.
Si has padecido o padeces una disfunción o una lesión, es fundamental la valoración de un/una fisioterapeuta especialista en obstetricia y ginecología. Él o ella te indicará si necesitas un tratamiento para después poder iniciar a trabajar con un especialista del ejercicio fisico en Embarazo | Posparto para lograr una recuperación integra (devolver la funcionalidad a tu suelo pélvico, reducir lesiones e incluso, recuperar tu cuerpo previo al embarazo de forma segura). Todo ello mejorar tu calidad de vida futura integrando un estilo de vida saludable.
Referencias:
Barakat, R., Bueno, C., Diaz de Durana, A., Coterón, J., & Montejo, R. (2013). Efectos de un programa de ejercicio físico en la recuperación post-parto. Estudio Piloto. Medicina Deporte, 96-101.
Thein-Nissenbaum, J. (2016). The postpartum triathlete. Physical Therapy in Sport. Vol.21. 95-106
ACOG, (2020). Committee Opinion. Physical Activity and Exercise During Pregnancy and the Postpartum Period. Obstetrics & Gynecology. Vol.135, No.4: e178-188.
Fernández, M., Lambruschini, R., Fernandez, J. (2021) Recuperación Posparto. Una guía práctica para profesionales. Editorial medica panamericana, S.A. Madrid.