Entrenar durante el
embarazo
Cambios fisiológicos y morfológicos
El cuerpo de la mujer embarazada sufre cambios importantes en un espacio corto de tiempo. A medida que avanza la gestación, el cuerpo va adaptándose a cambios fisiológicos como morfológicos propios del embarazo.
Estar embarazada no supone estar enferma. Todavía se sigue oyendo esta afirmación errónea, pero sí que podemos decir que los cambios fisiológicos que se producen a nivel hematológicos son idénticos a los de las enfermedades cardiovasculares. Esto no significa estar enferma y ser sedentaria, sino cuidar de tu salud y ser activa.
También se dan cambios a nivel respiratorio, digestivo y endocrino. Pero incluso, y quizás los más observables son aquellos cambios musculoesqueléticos, es decir los cambios físicos. El crecimiento de tu barriga acompañado de un aumento de peso provoca alteración adelantando tu centro de gravedad y acentuando tu curvatura a nivel lumbar, entre otros.
El entrenamiento influye sobre los efectos negativos que el embarazo indirectamente provoca, minimizándolos, regulándolos, e incluso previniéndolos, actuando sobre los factores.
ACOG,2020.; CSEP, 2018.; Newton & May, 2017.; Aparicio et al, 2017
Según estos estudios…
Los factores ligados al embarazo que mejoran gracias al ejercicio físico son:
Además...
Otros beneficios positivos…
Los estudios mencionados anteriormente indican que el ejercicio físico aporta beneficios en el parto previniendo el riesgo de cesárea y parto instrumental.
Otros estudios muestran una reducción del tiempo de parto, disminuyendo el sufrimiento de la madre y del recién nacido. Y finalmente, otros estudios han registrado beneficios a nivel de la placenta, la leche, el feto y el neonato.
Los beneficios de entrenar durante el embarazo van más allá de mejorar la calidad de vida durante estos nueve meses.
El ACOG (American College of Obstetricieans and Gynecologysts) considera que un embarazo sano debe ir acompañado de un programa de actividad física en el que se prescriba ejercicio cardiovascular y de fuerza. Este debe adaptarse a tus cambios fisiológicos y morfológicos, a tu condición física y a tu semana de gestación.
Con cambios de hábitos saludables y un entrenamiento guiado y adaptado, se minimizarán los riesgos y patologías asociadas al embarazo.
Motivos suficientes para plantearse…
Un embarazo activo y saludable…
No importa si anteriormente no practicabas una actividad física o si has dejado de practicarlo.
Es un buen momento para entender que el ejercicio físico aporta grandes beneficios y que incorporar nuevos hábitos de vida te beneficiará tanto a ti como a tu bebé.
Una madre que entrena y se cuida es una madre saludable.
